Esmerilar los bordes
La ignorancia es más cercana a la verdad que el prejuicio
Toda mi vida me la pasé diciendo “yo esto no lo hago” que es lo mismo que decir “esto solo se hace así”. Con ciertos asuntos nunca pude ejercitar mi flexibilidad y escaparle a la estructura. Es el mismo motivo por el cual hoy día le busco marco teórico a todo lo que visita mis pensamientos. Encuentro validación en leer artículos que explican mi punto de vista porque comprender resulta clave para mi proceso.
En este contexto, me animé a hacer algo que la Luján de antes jamás habría hecho: me fui a tirar las cartas con un tarotista. Me animé, creo, por dos factores. Primero, la aparición de
y el enfoque de Mica, más creativo e inspirador que prescriptivo; segundo, que cayó en mi radar un tarotista científico y profesor de matemáticas. Algo de la mezcla entre ciencia y esoterismo me magnetizó inmediatamente. Cuando lo conocí, le pregunté directamente por esta dicotomía. Respondió que, estudiando la existencia desde el método científico, había descubierto realidades que no podía explicar desde la razón.Me recordó mi experiencia con una curandera, a los 11 años.
En las fotos de mi comunión, a los 10, se pueden apreciar verruguitas planas en mi rostro, debajo del ojo izquierdo. Ya había visitado un dermatólogo para entonces y estábamos intentando hacerlas desaparecer con una crema. Como nada ocurría, el médico indicó que el siguiente paso sería pasar a criocirugía. A mí mamá no le gustaba nada la idea de someter a una niña a un procedimiento donde se congela y destruye el tejido “anormal”. Entonces su amiga Marta, mi tía del alma, recomendó que visitásemos una curandera muy popular en zona puerto, en mi Mar del Plata natal.
Recuerdo que me atendió en un pasillo largo, bastante oscuro y húmedo, que parecía la entrada a su vivienda. Nos había pedido que llevemos dos manzanas verdes. Las cortó en cuartos y restregó cada uno encima de las verrugas, mientras pronunciaba un rezo ininteligible. ¿Serían palabras mágicas? ¿Una plegaria? Quién sabe. No lo escuchaba nadie más que ella misma. Al terminar su oración, envolvió las manzanas en papel de diario y se las entregó a mi mamá. “¿Tenés parque? Sepultálas bajo tierra y ponéle una piedra encima o algo que impida que el perro acceda a ellas”, explicó sucintamente. “Cuando se pudran las manzanas, se le caerán las verrugas”, sentenció.
Nos fuimos a casa, enterramos las manzanas con una maceta pesada encima y nos olvidamos. No recuerdo cuándo fue que me di cuenta de que no tenía más verrugas. Sí tengo presente que se lo mencionamos a todo el mundo, azoradas. También creo haber escuchado algo como: “¡Lo que es el poder de la mente y la sugestión!”.
En cualquier caso, el evento con la curandera del puerto constituyó durante muchos años la única experiencia que atravesé y nunca pude explicar desde la razón, incluso habiéndola vivido en primera persona. Y así permanecí hasta la tirada de cartas del 6 de febrero de 2023 en Mar del Plata.
Fue una hora y media donde se me respondieron preguntas que yo ni había formulado aún, donde me quedé pasmada por lo que pudo percibir de mí sin conocerme en absoluto. Le dio en el clavo con diversas aristas de mi personalidad, pero una en particular caló profundo. Supe inmediatamente que querría dedicarle una newsletter.
El año no te viene a detener, sino a esmerilar tus bordes para que no pinches en el roce. En ese pulido va a haber un acabado perfecto en donde vas a rozar sin impedimento, pero para una energía como la tuya se puede sentir como estar atorada. Sin embargo, abre una oportunidad. Te estás esmerilando para que puedas pasar cómoda, para que te deslices, para que no haya resistencia por rozamiento. Tus bordes ya no pinchan aunque manifiestes tu voluntad. Al decir lo que querés de otra forma, se te abren puertas que quizá antes no se abrían tan fácil. Hay que aprender a ser win-win y no una cuestión de suma cero. Sin embargo, no le resulta cómodo a una energía como la tuya.
Acá es donde yo, estructurada, inevitablemente me deshago en explicaciones que detallen que el tarotista no me conoce, ni sabe quién soy, ni qué hago. Ni siquiera le brindé mi nombre completo hasta el momento donde estaba mezclando las cartas. También quisiera remarcar que con todo mi escepticismo a cuestas, durante la lectura no le ofrecí ni una pista gestual respecto de si me estaba descifrando con precisión o no.
Entendí hace poco que el tarot y la astrología pueden ser otra herramienta para leer la realidad, para interpretar el mundo y lo que nos ocurre en él. Gran parte de mi negativa a explorar caminos alternativos tenía que ver con la banalización de los saberes. Por ej, “chamanas” rubias en IG que se apropian los conocimientos de las comunidades originarias y te lo venden en formato reel, consumible y desechable. Por otro lado, hoy cualquiera hace un curso de dos meses por Internet y “atiende pacientes” a quienes explica que quizá, una infección vaginal sea un dolor no sanado de un abuso infantil. Con tal liviandad se pueden plantar ideas sin sustento, sin cuidado ni preparación alguna, y así desestabilizar por completo una psiquis que ya estaba en problemas. Esto es grave, existe y hay que nombrarlo. Debemos darle entidad para no caer en mercenarios que solo buscan lucrar con nuestro dolor cuando más vulnerables estamos.
Pero no todo es lo mismo. Existen maneras más y menos éticas de trabajar con lo esotérico. Reconozco que las palabras que escuché en mi primera lectura de cartas me sorprendieron, atravesaron, cuestionaron y animaron a meterle a Proyecto Raíces.
La sensación que me invade, después de haber masticado lo que recibí durante esa hora y media, me recuerda a Matrix y al diálogo entre la Pitonisa y Neo, donde le dice que no es el Elegido porque es lo que necesitaba escuchar para cumplir su destino.
Heráclito, a quien llegué por mi admirado Borges, escribió: “el Señor, cuyo oráculo está en Delfos, no dice, no oculta, sino significa”, es decir, no afirma algo directamente, sino que ofrece un enigma que es necesario descifrar e interpretar.
De este modo la Pitonisa le presenta a Neo (como hizo el Tarotista conmigo) un acertijo por dilucidar. Como se explica en este fabuloso libro sobre filosofía y cine:
“Lo importante en este punto es que ese vaticinio expresa una necesidad, un destino, que sólo se puede comprender por medio de la práctica, del ejercicio. Neo comprende que él efectivamente es el Elegido realizando distintas acciones que lo van convenciendo de ello. (…) Cuanto más consciente es de la necesidad, del carácter obligante, de esos designios, más libremente actúa”.
Creo no encontraré mejor manera de decirlo que el párrafo anterior. El vaticinio actúa como desencadenante de una acción. No promueve la pasividad, esperar la suerte, quedarme quieta aguardando que todo se ordene. Al contrario, para poder ser verdaderamente libre debo comprender que actúo como debo actuar, según el designio de la necesidad, del destino o de la fortuna.
Estas conversaciones filosóficas se emparentan con la raíz de lo que salió en mi Oráculo lectura de cartas: puedo integrar mi lado cerebral y estructurado con lo enigmático y esotérico. Hay una ganancia para mí en ya no ser tan intransigente, en no imponer una única visión, en buscar la conciliación, el consenso y el diálogo.
Habita en mí una intención clara de abrir puertas con esta nueva actitud y desde esta búsqueda. Efectivamente siento que, por ejemplo, que vos me estés leyendo en este instante simboliza lo fructífero del proceso. Desde mis bordes esmerilados, puedo ganar mucho más y facilitar diálogos de este estilo. Me siento cómoda al hacerlo, feliz al leer sus devoluciones, entusiasmada por seguirlo expandiendo. Desde la conciencia del vaticinio, actúo más libre que nunca.
Resta conocer, entonces, cuán Yo voy a ser y salir en búsqueda de lo que ya es para mí.
Y si por algún motivo la realidad me abruma, siempre puedo recordar las palabras con las que la Pitonisa despide a Neo:
Your cards were interesting for sure especially in the time that you are in. The empress right now validates all of the work you are doing. I can say I agree with what was seen and you are going to be able to actually feel the flow of the work you are doing right now. It will change the course of someones life and you are the biggest part of that moment. I can see it almost as if it was in color right in front of my face.
QUE LINDO ES LEERTE SIEMPRE.
Y sin conocerte en persona, aún teniendo muchas personas en común [porque yo vi una vez a la Lujan que cantaba en The box, por ende, para conocerte, debería volver a verte ;-) ] siento que tenemos taaaanto en común.
Me pasa con la tirada de cartas, que le tengo TANTO TERROR a que me condicionen, que no lo hago. YO TAN ESTRUCTURADA y queriendo llevar el control de mi vida a donde deseo, cuando hace casi 5 meses que vivo afuera por primera vez en casi 38 años y no puedo controlar absolutamente NADA de lo que sucede.
En fin.
Gracias por compartir(te) un poco, una vez más