En el proyecto que me tiene tan entusiasmada estoy trabajando con un ex novio. Lo voy a decir así, de frente manteca1, sin rodeos. Tampoco negaré que los dos reímos ante el carácter clickbaitero que tiene esta dupla: somos dos ex que se llevan bien y pueden trabajar juntos en algo reimportante para ambos.
Para entender por qué decidimos colaborar con tanto entusiasmo, creo que es crucial analizar aquello que nos unió en su momento. Lo meramente carnal, está comprobando, no perdura en el tiempo. Para que el interés permanezca tiene que haber algo más. Una amabilidad compartida, un interés genuino porque al otro le vaya bien, compasión por lo ocurrido, admiración, respeto y así ad infinitum.
Ahora, exactamente cómo luce ese ALGO MÁS es un concepto que solo vos y ese otre definen. El vínculo se adapta como un guante a lo que cada uno aporta y genera; es personalizado, único, induplicable. Al no existir reglas externas sobre cómo relacionarnos entre exparejas, debemos tomarnos el trabajo de diseñarlo nosotres mismes.
Justamente, en la clase pasada de Terapia Creativa estuvimos hablando sobre el amor y a dónde van a parar los sentimientos por un otre una vez que decidimos, fácticamente, que no estaremos más juntos de manera romántica. ¿ Acaso se esfuman? ¿En qué compartimento se guardan? ¿De qué factores depende cómo se procesen? Bueno, supongo que gran parte tendrá que ver con la clase de persona en la que se convierta ese ex una vez que la relación llegue a su punto final.
Durante un largo tiempo estuve atada al Alto porque ese ALGO MÁS que nos unía era odio. Odié su trato, odié su desdén, odié sus mentiras ante nuestro mundo común sobre la ruptura. El odio y la bronca a veces pueden ser el pegamento más resistente, aunque se sientan horrible. Y no es esta una historia de autosuperación, no. Solo solté cuando pasaron varios años y me dejó de importar. También ayudó que no me gustase en absoluto la persona en la que él mutó post separación. De algún modo, me ayudó verlo ser quien verdaderamente era y reconocer que no tenía nada que ver conmigo.
Pero, ¿qué ocurre con aquellos que rompen con su ex y aún le desean lo mejor? ¿Y de ese amor no se habla? Esta pregunta es paráfrasis de lo que Juana planteó en el taller. Hoy siento que el debate fue premonitorio del camino de mi proyecto. Se puede formar red con un ex, siempre que haya algo que sostenga el paso del tiempo.
Nosotros, con Manu, lo tenemos.
Cada cual construye los vínculos que puede y, en el camino, va descubriendo y aprendiendo de cada historia de amor y desamor. De algunas, mejor no recordar nada. De otras, conservamos aquello que el otre sembró y tuvo un impacto significativo en nuestras vidas.
No soy alguien que textee con parejas anteriores para seguir en contacto como amigos. Respeto a los que lo hacen, pero a mí nunca me salió. Sin embargo, me da gusto descubrir este 2023 que, con ciertas personas, la historia es solo un cimiento desde donde construir algo totalmente nuevo.
El pasado se presenta como un concepto abstracto al que podemos resignificar si nos abrimos a escribir otras historias sobre cómo nos relacionamos. En este contexto, reconfigurar espacios emocionales ayuda a encontrarle casillero a los sentimientos que a veces quedan huérfanos, presos de no encajar más en una relación de pareja.
Te propongo analizar qué rasgos te parecen “naturales” en los vínculos.
Cuando los pensás en detalle, ¿siguen siendo “universalmente necesarios” o, más bien, parecen inculcados y enseñados como reglas incuestionables?
Estoy probando este formato diario íntimo/personal/freestyle que me permite someterme a menos estructura. Proyecto Raíces está ocupando casi todo mi tiempo y no podría estar más feliz de que así sea. Cada puerta que toco se abre con una facilidad que no deja de sorprenderme. Voy a contarles de a poquito por acá los avances, pero van a tener que tenerme paciencia.
Gracias por compartirme las historias de la cocina de sus abuelas y madres por Chats, DM en IG o email. Este diálogo solo seguirá creciendo. Estén atentes :)
Abrazo,
Lu.-
Expresión en tono de parodia que proviene de "De frente, ¡march!", que es una orden o comando impartido por un superior a sus subordinados. Significa ir de frente, ser sincero, no andarse con rodeos.
Leí este artículo el día que salió pero era una fecha en la que no estaba “lista” para comentar, justamente por temas similares a los que tocás.
Hace unos meses vi una entrevista de Eial Moldavsky con Paulina cocina sobre la amistad y dijo algo que me re quedó... cómo es posible que una persona con la que viviste X cantidad de tiempo, que fue tu familia y amigue por todos esos años desaparezca de tu vida de un día para el otro? Solamente porque se terminó la pareja. Me cuesta mucho entenderlo, es absurdo. A menos que esa persona realmente te haya hecho un daño horrible, yo creo como vos que ese sentimiento se resignifica... lo doloroso es cuando no es recíproco.